Posiblemente por mala costumbre, cuando se pronuncian frases tan retóricas mucha gente se pone escéptica. Lo bueno de esta edición del evento automotor es que es cierto. Es el mejor de la historia.
En efecto, los stands tienen poco que envidiar a las más grandes exhibiciones de este tipo en el mundo.
Contar con un cielo raso más elevado, permitió a los expositores hacer despliegues verticales más importantes, instalando, por ejemplo, salas de reuniones junto a terrazas panorámicas.
El único factor que puede seguir siendo un problema son los accesos para el público. La Municipalidad de Huechuraba difundió folletos mostrando rutas opcionales que pretenden mitigar el efecto del intenso tránsito de estos días.
El despliegue escénico está perfectamente de acuerdo, entonces, con lo que en definitiva importa: una muestra de modelos numerosa en novedades y muy al tono con lo que está ocurriendo en la industria mundial. Desde ese punto de vista conviene comprender que una parte significativa de los autos más distintivos son exhibidos con el fin de exaltar la imagen de la marca y no con fines comerciales inmediatos.
Tal es el caso, por ejemplo, del interesante Ford Escape Hybrid, el Volkswagen EOS y el Mitsubishi Colt, que se encuentran en fase de estudio de factibilidad, sin seguridad de que finalmente vayan a ser vendidos.
Mientras, entre aquellos que efectivamente están porque se van a vender, algunos están bastante adelantados. La gama de Lexus, por ejemplo, anuncia su lanzamiento oficial para el segundo semestre de 2007, aunque no era lo que sus representantes esperaban. En la mayoría de los casos, sin embargo, los lanzamientos son inmediatos o para marzo.
La abundancia de modelos denota también la creciente sofisticación de la oferta, especialmente en las gamas de menor tamaño y precio, donde nuevos modelos como el Peugeot 107 o el Daihatsu Sirion tienen que comprenderse como parte del mismo segmento que el Suzuki Alto 800 a pesar de sus diferencias de orientación.
En el extremo opuesto, vehículos como el Land Rover Defender o el Jeep Wrangler Unlimited se enchufan forzadamente en el mismo campo de los Chevrolet Captiva o el Honda CR-V simplemente porque su longitud es similar y porque tiene o pueden tener un sistema de tracción en las cuatro ruedas.
Es que el público chileno es cada vez más complejo y en la medida de que eventos como éste siguen presentándole ofertas diversificadas, aparecen nuevos grupos que responden a ellas.
Al final del día, el Salón de Santiago es un lugar donde se puede analizar de modo transparente lo que hay disponible para la compra, pero sobre todo es un lugar para los sueños y la diversión.