Categoría: noticias
Fecha: 08/05/2013

“Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas” es la clásica frase que acostumbran a decir quienes han tenido el privilegio de visitar esa alucinante ciudad. A diferencia de lo que expresa el popular dicho, un equipo de Espacio Riesco viajó a principios de mayo a ese destino para aprender la fórmula del perfecto funcionamiento de las cocinas más impresionantes del mundo y traer a Chile las últimas tendencias y mejores prácticas operacionales de la gastronomía de la capital, por excelencia, del turismo de hotelería y convenciones.

Más de 39 millones de personas visitan anualmente Las Vegas. Con más de 80 casinos, 150 mil habitaciones y 300 hoteles (algunos de categoría Cinco Diamantes por su lujo y más alto nivel de servicio), esta metrópoli se ha convertido en un referente único en la industria del turismo y la gastronomía. Por esta razón y en su constante búsqueda de perfeccionar y ampliar sus conocimientos, Edmundo Torres (Director Ejecutivo), Francisco Argandoña (Gerente de Operaciones), Felipe Wood (Chef Ejecutivo), Mauricio Valencia (Sous Chef)  Philip Holzmann (Gerente de Marketing y Desarrollo) y Jorge Diez (dueño de Audio Pro) visitaron la extraordinaria ciudad para conocer los procesos que hacen funcionar las cocinas de los mejores hoteles del mundo, todo en compañía de Ronald Schwegler, Corp.Executive Chef de Alto-Shaam, INC. quien los introdujo en los famosos hoteles Luxor, Mandalay Bay, The Cosmopolitan, Aria y Bellagio, además de conocer los últimos adelantos tecnológicos en equipos de audio instalados en esos gigantescos hoteles y centros de convenciones.

Con sólo dos de estos hoteles se cubre la capacidad completa de habitaciones que hay en Santiago. En promedio, cada uno de ellos sirve más de 40 mil raciones de comida al día y cerca de 15 millones al año (poco menos de la población total de Chile). Saber cómo lo hace su servicio de banquetería para atender tal cantidad sin perder la calidad de sus platos no es ningún secreto: al igual que Espacio Riesco, tienen un equipo de personas y sistema operativo impecable y están equipadas con tecnología Alto-Shaam que les ayuda a tener esa capacidad.

“Más del 60 por ciento de los ingresos de Espacio Riesco corresponden a la venta de alimentos y bebidas. Por lo mismo, desde el 2004 hemos estado equipando nuestra cocina con el mismo sistema de los grandes hoteles, el cual vamos mejorando año a año con dotación de maquinaria, aumentando nuestra capacidad de atención que hoy es de 7 mil personas al día, lo que comparativamente nos hacer estar al mismo nivel de los hoteles que visitamos”, afirma Francisco Argandoña.

Este viaje, es parte de un proceso de cooperación entre Espacio Riesco y algunos hoteles de Las Vegas, cuyo fin es compartir buenas prácticas entre ambos países, tener la posibilidad de capacitar al personal con viajes constantes entre uno y otro punto, ofrecer pasantías para los equipos, y colaborar entre los centros de eventos líderes de Norte y Latinoamérica.

En este andar, Espacio Riesco se ha transformado en un referente de la región para el resto del mundo siendo el mayor centro de eventos de Chile y uno de los más importantes del continente. Esta,  es una de las razones por la que personas tan importantes de la industria, como Ronald Schwegler, por ejemplo, y muchas otras personalidades del ámbito internacional, vendrán como conferencistas a Espacio Food & Service que se realiza en agosto, la feria gastronómica más importante del país.

Tal como explica Argandoña, todos estos acontecimientos señalan a Espacio Riesco como líder en la industria, propietario de una de las cocinas con mayor capacidad de Latinoamérica y referente antonomástico del éxito operacional de los más grandes eventos que se han realizado en Chile. “Constantemente nuestros proveedores nos piden abrir las puertas de nuestra cocina para que otros clientes de ellos vean cómo operamos. Esta es una señal concreta de que estamos a un muy buen nivel pero no conformes con eso queremos mejorar aún más. Si bien la escala es menor, estamos nivelados con los procesos operativos y calidad gastronómica de los mismos hoteles que visitamos nosotros y otras 39 millones de personas, y eso nos llena de orgullo e incentiva para buscar ser los mejores”.